Víctor Vázquez, el secreto desvelado del campeón

Greg Vanney demostró en 2017 ser un entrenador con una alta capacidad analítica: llegó a la final de 2016, claudicó ante los Seattle Sounders y detectó cuáles eran los puntos débiles de su equipo, corrigiéndolos antes de comenzar la temporada pasada. Hace apenas un año que Toronto hizo oficial la contratación de Víctor Vázquez, el fichaje más decisivo realizado por cualquier franquicia MLS antes de la temporada 2017. Vázquez, forjado en las inferiores del Barcelona como la gran mayoría de jugadores españoles presentes en Norteamérica, parecía vivir un declive definitivo al cambiar el Brujas por el Cruz Azul, club de gran tradición que lleva varios años a la deriva en la Liga MX. La crítica y la afición no estaban de su parte y los días en los que era uno de los jugadores mejor valorados en Bélgica empezaban a quedar demasiado lejanos. Llegó entonces la llamada de Toronto, la firma del contrato y la cuadratura del círculo: junto a Bradley, Giovinco y Altidore, Vázquez se convirtió en la cuarta pata de un proyecto que terminaría en el mes de diciembre levantando el título y tomándose la revancha ante los Sounders.

El perfil bajo de Vázquez jugó a favor entonces de Greg Vanney; pocos entrenadores tenían en el radar al barcelonés y aún menos pensaban que iba a acoplarse tan bien con Michael Bradley en la medular del equipo escarlata. Un año después, el escenario es completamente distinto y todos los rivales tienen más que asumido que para frenar a Toronto hay que tener en cuenta no sólo a su tridente de jugadores franquicia, sino también al propio Vázquez, piedra angular del fútbol que se practica en el BMO Field.

Hasta tal punto ha llegado el rendimiento de Víctor Vázquez que su valor de mercado se encuentra a la par que el de David Villa según Transfermarkt (ambos están valorados en dos millones de euros); por lo que, junto al Guaje, es el jugador español de referencia dentro del ambiente de la Major. Toronto no se ve únicamente como el equipo de referencia en la liga norteamericana, sino que también se considera capaz de dar el gran salto de calidad que se les demanda a los equipos del norte y quiere competir por la Champions League de la CONCACAF. En octavos de final, los reds se verán las caras con los Rapids, de rendimiento más que discreto el año pasado, lo que hace que el camino se vea allanado por el momento.

La dirección deportiva de Toronto no ha apostado en lo que va de mercado por ningún centrocampista ni atacante para reforzar al campeón, lo que refuerza el rol de Vázquez como creador de fútbol al lado de Bradley. Con escuderos de lujo como Delgado u Osorio, Toronto no mostrará novedades en su frente ofensivo y busca el modo de ajustar aún más su ya pulida defensa (han llegado Van der Wiel y el brasileño Auro para tapar el vacío dejado por Steven Beitashour).

A sus 31 años, Vázquez afronta uno de los años más decisivos de su carrera: en un grande, con vitola de jugador decisivo, nadie lo tendrá más como un talentoso jugador disfrutando de la comodidad en Bélgica ni atascado en Ciudad de México, sino que vuelve a ser ese jugador grande al que Pep Guardiola dio la alternativa en el primer equipo del Barcelona. Esta vez todos lo saben; Vázquez ya no es el secreto del campeón.

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